Asociación madrileña par la lucha contra las enfermedades renales

ALCER reclama junto a los profesionales de la Nefrología, la tercera dosis de vacunación para pacientes renales

Numerosos estudios han puesto ya de manifiesto la pobre respuesta a la vacuna en estos pacientes y la necesidad de una tercera dosis para llegar a una protección similar a la población general

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La FDA americana ya ha aprobado esta medida y otros países europeos lo están analizando en este momento para su implantación.

Los solicitantes están dispuestos a vacunarlos en los servicios de nefrología y unidades de diálisis habituales de los pacientes renales, para no sobrecargar la atención primaria y ser más eficaces en su seguimiento.

​Mucho se está hablando de la necesidad de una tercera dosis en la población general, para intentar cambiar el rumbo de ésta pandemia, pero hay colectivos que precisan más esa tercera dosis, pero sólo para alcanzar protección similar a la que ya tiene la población general con las 2 administradas hasta el momento. “Existe ya una evidencia suficiente de la necesidad de una tercera dosis de la vacuna frente al SARS-CoV-2 en personas en tratamiento renal sustitutivo” ha declarado Patricia de Sequera, presidenta de la Sociedad Española de Nefrología (S.E.N.).“Como ya ocurre en otras vacunas, como la que se administra para evitar la infección por el virus de la hepatitis B, es necesario administrar una dosis mayor y en ocasiones además otra adicional en personas con enfermedad renal crónica avanzada dada su situación inmunológica y escasa respuesta. Esto lo sabemos desde hace años y así lo indicamos a las personas con enfermedad renal crónica avanzada, y en especial los que están en tratamiento renal sustitutivo, en los que la alteración inmunológica es aún mayor” ha añadido Patricia de Sequera.

En una primera fase de la vacunación, cuando la escasez de vacunas hacía muy complicado determinar la priorización de los colectivos a vacunar, se optó por incluir a éstas personas entre las preferentes por su alto riesgo de infección y muerte por Covid-19. Sin embargo las 2 dosis de la vacuna actual no son suficientes en esta población de riesgo, dado que la incidencia de infección y su gravedad ha sido descrita como mucho mayor en trasplantados que en población general, ambos adecuadamente vacunados. En un reciente estudio americano sobre más de 18000 trasplantados de órgano sólido (TOS) adecuadamente vacunados, en comparación con 101 millones de adultos vacunados, se describe 41 a 82 veces más riesgo de infección y 485 veces más riesgo de infección asociada a hospitalización y muerte.

Como ya pudimos comprobar antes de la vacunación, la gravedad en los trasplantados vacunados que se infectan es también mayor que en población general describiéndose en torno a un 30% de casos graves.

En consecuencia, se han publicado ya varias experiencias sobre la administración de una tercera dosis de vacuna en trasplantados en diversos países de nuestro entorno, destacando especialmente dos de estos estudios. En primer lugar, el grupo francés, sin episodios de rechazo ni otros efectos adversos. Por otro lado, hace solo unos días se ha publicado el primer estudio randomizado y doble ciego en trasplantados de órganos sólidos, poniendo de manifiesto una mejoría en la respuesta en los pacientes que recibían la tercera dosis respecto a aquellos que no la recibían

En cuanto a las personas en tratamientos de diálisis, aunque el porcentaje de respuesta a la vacuna es mayor que en trasplantados, la mayoría de series ponen de manifiesto una menor intensidad de la misma respecto a la población general, existiendo ya también alguna experiencia comunicada con tres dosis de vacuna en esta población. Esto, obviamente, también un supone una mayor morbi-mortalidad secundaria a esta infección en esta población.

Como ya ocurre en otras vacunas, como la que se administra para evitar la infección por el virus de la hepatitis B, es necesario administrar una dosis mayor y en ocasiones además otra adicional en personas con enfermedad renal crónica avanzada dada su situación inmunológica y escasa respuesta

La administración de la vacuna

Para la administración de la vacuna se propone utilizar los servicios de nefrología de los hospitales y las unidades de diálisis, lo que evitaría sobrecargar a los profesionales de la atención primaria en su proceso de vacunación a la población general. En este sentido, Juan Francisco Pulido, presidente de la Sociedad Española de Enfermería Nefrológica (SEDEN) ha declarado que “estamos dispuestos a realizar la vacunación a estos pacientes en las unidades dónde ya les atendemos, lo que implica una mejora en el seguimiento de éstos pacientes de alto riesgo por profesionales que ya les conocen y son especialistas en su patología”

Según los datos del Registro Covid-19 de la Sociedad Española de Nefrología, son ya 1.126 los fallecidos por el virus de los 5.631 infectados en población renal en diálisis y trasplantados, lo que supone una mortalidad del 20% y casi un 9% de infectados frente a la población total en éstos tratamientos (alrededor de 64.500 personas). El riesgo mayor de infección se da en pacientes en diálisis, por lo que una tercera dosis en ésta población también sería recomendable.

Esta solicitud ha sido trasladada a la Dirección General de Salud Pública del Ministerio de Sanidad, para que sea analizada por su Comisión de Salud Pública, junto con los argumentos y la evidencia disponible que lo avalan.  Se trata de una solicitud conjunta de las entidades más involucradas en la atención a las personas en tratamiento renal sustitutivo: la Sociedad Española de Nefrología, la Sociedad Española de Enfermería Nefrológica y la Federación Nacional de Asociaciones ALCER, que nuevamente muestran su sintonía en la mejora de la seguridad y la calidad de vida de éstas personas. «Son innumerables las consultas de pacientes renales que nos han trasladado su preocupación por la baja inmunidad que les ofrecen las 2 dosis actuales, y que van conociendo a través de los estudios publicados en los medios, por ello nos hemos unido las 3 entidades que participamos en su atención socio-sanitaria”, ha declarado Daniel Gallego, presidente de la Federación Nacional de Asociaciones para la Lucha Contra las Enfermedades del Riñón (ALCER), que añade: “una vez más hemos demostrado que cuando la salud de los pacientes renales está en juego, pacientes y profesionales sanitarios no dudamos en trabajar juntos”.

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